Autor: Francisco Félix Caballero.
Título: La resurrección de los muertos.
Nº de páginas: 66.
Editorial: Éride.
Nº de serie: Autoconclusivo.
La resurrección de los muertos es una colección de historias
entrelazadas que se mueven entre lo real y lo místico. Es también un
recorrido por diferentes estados de ánimo que no hace sino confirmar que
hay mucho más del autor en este libro de lo que él mismo creía en un
principio. El paso lento pero firme del tiempo, la so
ledad,
el amor, el desamor, la certeza de un futuro incierto, los sueños
adquiridos a precio de saldo predestinados a no cumplirse
son patrones
recurrentes a lo largo de unos versos a veces ficticios y otras poco
creíbles, pero siempre honestos. A pesar de todo, en cada historia se
vislumbra un hálito de esperanza, una invitación a levantarse tras la
caída, a seguir peleando cuando todos te dan por vencido; o peor aún,
por muerto. De eso más o menos trata la vida, y de eso trata La
resurrección de los muertos.
La resurrección de los muertos es el primer poemario publicado del autor, aunque ya antes había publicado poemas sueltos en otras publicaciones. Cuando el autor se puso en contacto conmigo y leí en la pagina de la editorial los primeros versos del libro, no dudé en decirle que sí que me encantaría conocer su libro. Y es que el primer poema es maravilloso
, sin duda, uno de mis favoritos.
Nos encontramos con un libro de poemas cortos pero con bastantes
temas en su interior: el paso del tiempo, que no perdona; esa dualidad que conforman la vida y la muerte, el desamor, incluso hay lugar para la crítica social.
A pesar de ser poemas muy bien elaborados y con rimas trabajadas, el lenguaje es sencillo y comprensible y por tanto, su lectura no se hace densa, tediosa o complicada de entender.
En general, el poemario tiene un halo de
pesimismo y nostalgia de un tiempo mejor que me ha recordado y transportado por momentos a obras del romanticismo del siglo XVIII, donde se regodeaban en el sufrimiento, la muerte y todo lo que la rodea. Pero no todo es pesimismo en estos poemas, hay algunos más
optimistas o que tratan temas más alejados de la vida y la muerte.
He podido encontrar
metáforas recurrentes a lo largo del libro que me han parecido bastante bonitas, como la de la vida como un viaje en tren, donde lo importante no es el destino sino disfrutar del trayecto. Además en los poemas podemos encontrar
imágenes preciosas que se han formado ante mi al leer algunos versos, como por ejemplo éste:
"La hierba antes era el suelo
que nuestras botas pisaban;
hoy es tapia, puerta y techo
de la casa"
En definitiva, un poemario un poco más "serio" que los que ya os había enseñado por el blog, pero con otras características interesantes. No lo recomiendo tanto para iniciarse en la poesía como los anteriores, pero, sin duda, sí lo recomiendo si ya habéis tenido un acercamiento a ella. De nuevo, gracias al autor por interesarse en el blog y por dejarme conocer su obra más de cerca; ha sido un placer.
A continuación de la reseña os dejo con la entrevista al autor. No os la perdáis porque quizás os pueda ayudar a entender aun mejor los temas del poemario y hay hasta consejos para futuros autores noveles.
(3'5/5)
MINI ENTREVISTA CON EL AUTOR:
-¿Cómo un
Doctor en Estadística termina escribiendo poesía o viceversa?
Creo que existe una mayor relación entre ambas cosas de la que la gente
piensa. La estadística es una rama de las matemáticas y las matemáticas te
exigen una alta capacidad de razonamiento y argumentación. Es difícil que seas
un buen matemático si no sabes argumentar ni tienes una buena expresión
escrita. Y para ser escritor, es evidente que tienes que dominar ambas facetas.
He de decir en este punto que yo trabajo ahora en el ámbito de la estadística, pero
soy también matemático. Antes de eso, ya escribía poesía con mayor o menor
fortuna, aunque no ha sido hasta ahora cuando he conseguido publicar mi primer
poemario, La resurrección de los muertos.
Al final, es una cuestión de compaginar ambas cosas. Una es mi afición y la
otra mi profesión, y me gusta que sea así.
-Muchas
veces cuando leo poesía, percibo unos temas diferentes a los que perciben otros
lectores o a los que quería transmitir el autor, ¿podrías contarnos tú mismo
cuáles son los temas que tratas en este poemario?
Pues esa es una cosa que a mí también me pasa, ¡así que me alegra saber
que no soy el único! Me pasa como lector y por supuesto también como autor.
Muchas veces me digo “pues no había pensado exactamente en decir eso con tal
poema, pero la interpretación me encanta y está tan bien expresada…”, y he
terminado por comprar esa interpretación y hacerla también mía. Es lo bonito y
lo mágico de las palabras, que lo que tú escribes otra persona lo puede
interpretar, de una forma similar o diferente, pero siempre dándole vida a lo
que tú has escrito.
A modo de breve resumen del libro, podría decir que abarca diversos
sentimientos y temores cotidianos a través de una treintena de poemas. En
ellos, los personajes protagonistas de las distintas historias transitan por
diferentes estados de ánimo: amor, desamor, desesperación, soledad, desarraigo…
Es un poemario muy basado en la cotidianidad, que juega mucho con los estados
de vida y muerte, como queda establecido desde el propio título. Pocas cosas
hay más cotidianas que ellas dos y el libro contrasta esa dicotomía en todos
los aspectos, no sólo en el físico.
-¿Dónde
podemos encontrar tus otros poemas publicados en otros cuadernos?
Algunos de ellos son difíciles de encontrar, porque se han publicado en
revistas de tirada muy limitada (incluso revistas de institutos de secundaria) y
no han sido publicados en formato digital. Sí que se pueden encontrar en la
Red, por ejemplo, los poemas que he escrito para diversas ediciones del Cuaderno
de Profesores Poetas y para la Fundación
Manuel Alcántara. En algún momento, intentaré hacer una recopilación de
aquellos poemas escritos que fueron publicados en alguna parte, incluyendo
también aquellos inéditos que he leído en algún recital. Por ejemplo, un poema
muy reciente titulado “Palabras”, que escribí en honor a la poeta Pilar Paz
Pasamar y que presenté recientemente en la Sala de Conciertos María Cristina de
Málaga. Fue un momento muy bonito para mí y aprovecho este espacio para
reiterar mi agradecimiento a la Obra Social de Unicaja, que fue la encargada de
la organización.
El problema de estos poemas es a veces encajarlos dentro de un
determinado libro. A mí me gusta que los poemarios tengan una estructura
determinada y que los poemas encajen con el tono que quiero transmitir. Si no
lo siento así, ya me puede haber salido un poema redondo que no entrará. Si
tengo suerte y futuro en este difícil mundo de la poesía, llegará el momento en
que no me pueda seguir escaqueando de la creación de una página web. Ahí sí
podrían tener cabida de una forma más sencilla.
-He podido ver
que a lo largo de algunos poemas se repiten algunos símbolos como el ruido y el
viento, ¿qué quieres expresar a través de ellos?
En concreto, en el caso del ruido y el viento, lo que intento expresar es
otro contraste, en este caso entre la agitación y la calma. Entiéndase el
viento en su justa medida, sin necesidad de que haya un temporal ni nada de eso.
Muchas veces el ruido nos distrae de lo realmente importante. Y a veces lo
importante son los silencios. Es en esos silencios donde te encuentras a ti mismo
y donde muchas veces tomas algunas decisiones que marcan tu camino. Para
alguien como yo que ha nacido en una ciudad costera, ese suave viento cuando
caminas junto al mar una tarde cualquiera es uno de los grandes placeres de la
vida. Y ahora que llevo unos cuantos años trabajando en Madrid, es algo que
empiezo a valorar. Como pasa con todo, empezamos a valorar las cosas cuando las
echamos en falta.
-Una de mis
metáforas favoritas del poemario ha sido esa de la vida como un viaje en tren
al que van subiendo y bajando viajeros pero tú tienes que seguir el viaje y
dónde lo importante no es el destino sino disfrutar del trayecto. ¿Compartes
esa filosofía de vida o eres más del lado pesimista del libro?
Comparto esa filosofía en la teoría y me gustaría ponerla en práctica más
a menudo, porque no siempre la llevo a cabo. Creo que a veces somos esclavos de
unas determinadas metas en la vida y nos obsesionamos con ellas. No disfrutamos
para nada del tiempo que transcurre hasta que las alcanzamos, y así lo acabamos
por fiar todo al éxito o al fracaso, que son dos caras de una misma moneda,
pero de una moneda trucada. Hay un poema en el libro donde digo que “se vive
mejor con la ilusión perdida” y es porque no hay nada peor que ser esclavo de
unos determinados sueños y ver cómo pasa el tiempo sin alcanzarlos. Hay que ver
la vida como un viaje y, como se tiene que hacer con todos los viajes,
disfrutarla.
Respecto a lo del lado pesimista del libro, me alegra que lo comentes,
porque es una cosa que me cuentan a menudo los lectores y yo les digo que el
libro tiene esas dos caras. A fin de cuentas, el libro refleja esa dicotomía
existencial que conforman vida y muerte. Pero mi impresión como autor es que, a
pesar de la oscuridad de algunos pasajes, termina por ser un libro luminoso en
el fondo y donde el optimismo termina por vencer al pesimismo.
-¿Estás
preparando o tienes pensado publicar otros poemarios?
De momento, hasta mediados de 2016 toca seguir dedicándose a la promoción
y difusión de La resurrección de los muertos.
Pero a la vez, cuando consigo sacar tiempo de entre unas cosas y otras, voy
escribiendo nuevos poemas. Mi intención sería publicar un nuevo poemario en dos
o tres años, pero eso dependerá de diversos factores y de las oportunidades
editoriales. Mientras tanto, sí que estaré participando en algún cuaderno y en
los recitales a los que me inviten. En definitiva, seguiré escribiendo poesía.
-Por aquí suelen pasar escritores noveles o jóvenes
que escriben y que algún día querrían publicar. ¿Qué tal tu experiencia
publicando en solitario con una editorial?
Les tengo que decir a esos escritores
que están empezando que luchen por ello, que lo persigan, que los libros se
escriben para ser leídos. Que no se desanimen nunca. Yo creo que hoy en día
publicar puede resultar incluso sencillo, pues hay otras fórmulas alternativas
a las tradicionales, como la coedición o la autoedición. Es una cuestión que el
autor tiene que valorar; a veces hay que invertir tiempo y otras veces dinero,
sin saber si vas a cubrir pérdidas después. Mi experiencia con Éride Ediciones
ha resultado positiva, me ha permitido vivir una gran aventura en la que he
aprendido muchas cosas. Ellos han puesto los medios y yo las ganas, ha sido una
buena combinación. Eso sí, en estas editoriales con un volumen de negocio
pequeño, es el autor el que tiene que cargar con todo el peso de la promoción. Por
ello es importante elaborar un plan de difusión para iniciarlo en las semanas
previas al lanzamiento del libro. Puede parecer algo obvio, pero con el primer
libro no caes en la cuenta y casi siempre acabas por pagar la novatada.
Ha sido un
placer contestar a estas preguntas. Un abrazo y un saludo a los lectores de Amor por los libros. Estoy a vuestra disposición
en la dirección de correo laresurrecciondelosmuertos@gmail.com
y en el perfil de Twitter @LRDLM_Caballero.
_____________________________________
Contadme, ¿qué os ha parecido? El autor majísimo, ¿a que sí? Si os animáis con la poesía no dudéis en darle una oportunidad.
Gracias por la visita.
¡Un abrazo!